02 marzo 2009

Los ‘idos’ de marzo

Luis González Ruisánchez y yo trabajamos en un mismo espacio, pero dándonos la espalda. Eso ha hecho que, aunque parezca absurdo, a veces nos sea más fácil comunicarnos por el Messenger. “Ven para que veas lo que nos mandó Cavada”, me escribió hoy. En su pantalla tenía la nota oficial del Consejo de Estado de Cuba, donde se anunciaban “importantes movimientos de cuadros y reestructuraciones en algunos organismos”.
Antes de que termináramos de leerla ya habíamos recibido varios emails con múltiples reacciones. Algunos aseguraban que con esos cambios Raúl había desarticulado el “anillo de Fidel”, lo cual significaba que el Comandante era hombre muerto. Otros, despistados, preguntaban quién era el nuevo canciller (yo recordaba haber oído su nombrete, no sé si en la UNEAC o en la Editora Abril, y era algo así como Bruno el Feo).
Las especulaciones continuaron llegando durante toda la tarde. Recibimos incontables emails donde se hacían todo tipo de conjeturas. Algunas eran extremadamente optimista y otras de un pesimismo visceral. Al final alguien hizo un link entre las sorpresivas defenestraciones y la insólita noticia de que algunos testigos aseguraban haber visto a Fidel paseando por Jaimanitas.
Hace algunos años un amigo escribió una novela donde se recreaba, a la escala de una apartada comarca del Oriente cubano, lo que podría ocurrir en la Isla cuando Fidel muriera. Todo lo que ha sucedido desde que el Comandante cayó en cama supera con creces lo imaginado por el narrador. Las situaciones recreadas en el libro ni se acercan a la puesta en escena que se ha llevado a cabo.
El de hoy es apenas un capítulo más, sólo eso. Pero hay algo en lo que quisiera reparar. Carlos Lage, Felipe Pérez Roque y Otto Rivero eran los tres últimos dirigentes juveniles que llegaron a ocupar los más altos cargos dentro de la nomenclatura. Antes que ellos, habían caído Luis Orlando Domínguez y Roberto Robaina.
Con los ‘idos’ de marzo, la Revolución admite que no confía en las generaciones que nacieron dentro de ella y apela una vez más a los líderes históricos y a los militares para tratar de sobrevivir. No creo que ninguno de los movimientos hechos hoy produzca un cambio en ese círculo vicioso que se ha convertido la vida en Cuba.
Si hubiera que tener alguna expectativa, es adivinar en cuál pueblo reaparecerá el fantasma de Fidel. Sólo eso, que tiene que ver más con la ficción que con la realidad, producirá alguna novedad en el futuro inmediato.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué se puede esperar. Se consolida el círculo de abuelos "Amiguitos de la Sierra".

Anónimo dijo...

Bueno, aquí hay una Señora que vino de los cayos asegurando que vio a Fidel desembarcando en cayo Maratón, que habia visto a un grupo que ella pensaba eran de vigilia mambisa con legisladores y todo con una pancarta que decia "Bienvenido a tu casa".

Anónimo dijo...

Los idos de marzo, abril, mayo, etc. hay un "ido" para cada mes del año!

Anónimo dijo...

Camilito: ESE TÍTULO: "Los idos de marzo" es genial.
Disfruto tu periodismo, aunque no me contestes ni me mandes un hello.
Eso del fantasma de Fifo ya existe: se llama "Gallo Negro irritante venezolano: asno cantautor Chávez el temerario"....
Más los clones que seguramente el Hospital Aimeijeiras y el edificio "secreto" para Medicina y Experimentos quedaba cerca del ISA, por los bosques hacia la Facultad de Medicina... ¿recuerdas?
cariños
tu fan.
Ni siquiera sabía que los descarados ojerosos ésos que parloteaban en tribunas internacionales eran SUPLANTABLES... Tremendos descara'os es lo que son. Ojalá alguien, algún día, que no tenga nada qué hacer: escriba la BIOGRAFIA NO AUTORIZADA de Vilma espín: otra hija de su reputa y descará guacamaya tropical, caguama ancestral que tuvo su fin en féretro de terciopelo blanco y exequias de reina.

Anónimo dijo...

Pero no te has dado cuenta de que no nos dejan nada a la imaginación. Uno supone y supone y estos bárbaros siempre tienen otro final para el capítulo de turno.
¡Qué cosa eh!

Yo

Anónimo dijo...

Camilo: Como siempre, tus notas me llegan a lo más hondo. Por ser mucho mayor que tú, esta panorámica de cincuenta años me sitúa en cada uno de los momentos vividos y en muchos escenarios que directamente vivencié.
Me duele por Cuba, y me alegro por ti; porque pese a la distancia generacional, somos muchos con el mismo sentir. Al menos tú no te engolosinaste nunca con ilusiones de una propuesta social engañosa. No comprometiste tu juventud y parte importante de tu vida en una obra frustrante y torcida desde sus inicios. Eso, al menos a mi, me pesa y me hace dudar de mi supuesta inteligencia; porque no sé cómo, tanta gente -entre las que, por supuesto, me incluyo- pudimos ser tan ciegos ante señales tan claras.