01 marzo 2009

La última tentación de Ernesto Cardenal

Ernesto Cardenal está tentado a cerrar la boca para siempre. “Tengo libertad para todo menos para decir en público lo que pienso”, le acaba de confesar el sacerdote al periodista Javier Lafuente. El autor de La revolución perdida, en un reportaje publicado hoy por El País, reconoce que “en Nicaragua no hay nada más que corrupción y una dictadura fascista”.
Cardenal, como decenas de escritores latinoamericanos, nunca reparó en esos horrores durante sus prolongadas y continuas visitas a Cuba. Tuvo el poeta que sufrir la experiencia en carne propia para caer en la tentación de denunciarla. “Cuando Franco estaba vivo no se podía vivir en España, salir al extranjero, decir verdades y volver. Yo estoy en esa situación”, admite.
Millones de cubanos viven desde hace medio siglo en condiciones muy semejantes a las que está sometido Cardenal hoy; pero con un agravante, ellos ni siquiera pueden tener la esperanza de salir al extranjero a proclamar verdades, pues también se les prohíbe viajar libremente.
El poeta, que ha sido vilipendiado por el poder sandinista, todavía no se explica cómo Daniel Ortega ha llegado a convertirse en el caudillo que es hoy. Ya es un poco tarde para darle consejos al octogenario sacerdote, pero parafraseando uno de sus versos más inolvidable, todavía hay tiempo para advertirle al poeta:
Cuídate Ernesto, cuando estés con ellos, “porque el gesto más leve,/ cualquier palabra,/ un suspiro...”

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya veremos a tus amigos y ex-amigos en Cuba. Los que a cada rato piden una cabeza rodar. Por suerte la historia de Fidel Castro será la misma de todos y algún día morirá. Ese día quisiera ver los calificativos de los amiguitos.

Anónimo dijo...

La posición de Cardenal respecto a Cuba ha sido la de casi todos los intelectuales izquierdozos latinomericanos. Tienen dos raseros, uno para sus países y otro para la dictadura del cagalitroso de Birán.

Anónimo dijo...

¿Ahora que le pisaron el cayo? ¿No pudo percatarse antes?

Unknown dijo...

todo parece que "la izquierda" se acuerda de la libertad cuando le quitan la suya. Aquí en España mientras mas padeció la dictadura de Franco mas se defiende la dictadura de los Castros y se alegra de "los progresos" de Chaves, Evo, Correa y compañía. Si a Cardenal le tapa la boca el papa toda la izquierda se pone de su lado pero, en cambio, si quien se la tapa el dictador (de izquierda) nadie siente simpatía con su angustia.
Cada vez me duele mas que los cubanos que estamos en contra de la dictadura de los Castros seamos mas incomprendido en este mundo de extremos.

Anónimo dijo...

Bueno, como todo en esta vida: "Más vale tarde que nunca". Todos vivimos con nuestras contradicciones. En España, recién muerto Franco, nadie pensaba en contra, salvo los disidentes. A los dos años, Franco era historia de archivos y solo lo recordaban unos pocos, escasos fascistas. Hubo una total conversión. Pues eso pasará con otras dictaduras. Hay que seguir luchando.
Javier