31 agosto 2008

Los olores como sentido de pertenencia

Suelo identificar a los lugares por sus olores, por eso me dejan de pertenecer cuando cambian o se pierden. Me pasó por primera vez en 1974. Ese año se divorciaron mis padres y me fui a vivir con mis abuelos a la estación de Camarones. Cuando volví a la casa de Manicaragua, donde había vivido hasta entonces, ya no olía igual. Eso me impidió regresar a ella de la misma manera que lo había hecho hasta entonces.
Las aulas de teatro de la Escuela Nacional de Arte tenían un aroma muy particular. Unas flores silvestres que crecían a su alrededor, inundaban todos sus espacios. Cuando desbrozaron el solar aledaño, la esencia se esfumó. Como no encontré el olor que había dejado al irme, me molestó menos el hecho de encontrar a una pareja usurpando el balcón donde solía sentarme con mi novia.
Sin el olor de aquellas hierbas, era más fácil entender que todo aquel reino le pertenecía a otros. Los viajes de Cienfuegos a La Habana, al menos para mí, tenían el olor de los Budd, aquellos vagones plateados que atravesaban la fría madrugada de la provincia haciendo los ruidos indispensables.
Cuando se acabaron las piezas de repuesto y los sustituyeron por un locomotora con cinco coches FIAT, ya nada olía igual, ni siquiera los pueblos cuando nos deteníamos en ellos. Siempre me pasa lo mismo, suelo desprenderme de los lugares cuando sus olores cambian. A veces un cambio que para otros es imperceptible, hace que pierda todo el sentido de pertenencia que tenía sobre ellos.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Camilo, tus notas de El Fogonero me llegan sistemáticamente, y siempre las leo con placer e interés. Es hora de que te acuse recibo de ellas, y que te lo agradezca.
¿Cómo estás?
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Mi teoría de los olores: Cuando algo no huele igual, ya no es lo mismo que era. No importa como luzca, si pierde el olor con el que lo identificabas, ha perdido su esencia.

Anónimo dijo...

otra teoria: hay olores que permanecen igualitos y esencias que cambian completamente. la percepcion tiene muchos componentes. El olor es uno...pero tambien es un buen disfraz para gente sin esencia

L. Santiago Méndez Alpízar / Chago dijo...

Querido poeta, hoy publico 3 poemas tuyos donde lo mío.

Abrazo.

Ch.

Anónimo dijo...

Jean Baptista Grenouille, era tan fanático de los olores que terminaba matando todo lo que le traía un buen recuerdo, en especial a lo que más apreciaba. El era el único responsable de la muerte de los olores. Mire usted.

elcutty dijo...

mis abuelos aún viven en Camarones, viajaba cada fin de semana desde Cumanayagua para ir a verlos. El tren ya no existe, es muy triste. me gusta el bog, me sorprendí mucho cuando vi una imagen de uno de los boletines que daban en la estación.
Sobre lo olores y los reucerdos, uno muy especial: el olor que siento en la entrada de Camarones cuando vienes desde el Paradero, justo en la entrada, con la vegetación abundante, y el olor del arroyo.. a veces es muy triste.

milay

Anónimo dijo...

Hola

Vecinos somos, soy de Cumanayagua, y comparto contigo el dolor por las lineas de ferrocarriles desaparecidas y ese tren que unía a nuestros dos pueblos. Así como tu teoría de los olores.
Mi blog es ARTmenteros Producciones.
http://artmenteros.blogspot.com/

Saludos,
Lázaro